Un viaje al interior
Independientemente de lo que vivamos, de vez en cuando es bueno y necesario mirar dentro de uno. En silencio y con profundidad.
Porque puede que descubramos cosas que no habíamos visto. Y unas serán de colores y otras por mucho que nos hubiéramos empeñado en verlas en tres dimensiones, sometidas al examen de conciencia, ni con mucho esfuerzo alcanzan las dos dimensiones y algo habrá que mejorar. Y para mejorar, meditar.
Qué hice y cómo lo hice. Si herí a alguien, o si fui perezoso en el amor. Si me descubro espiritual o vacío. Porque siempre hay que saber dónde estás y hacia dónde vas. Siempre en crecimiento. Intentando llegar a ser mejor persona.
Y para ello hay que demoler viejas creencias y escuchar desde lo más hondo de tu alma tu vocación. Como, por ejemplo, como caminantes, ser fuente para el desasosiego, para la necesidad humana. Donde consolar es complejo. Y habrá que aprender a escuchar.
Poco más por hoy.
Todos tenemos un daño, y hay que aprender a curarlo.
Y una vez más, mi corazón a tu servicio…
©ManuelAcostaMás