Atreverse, fue la magia que me trajo hasta aquí.
Somos la clase que menos importa.
Nos usan y utilizan, somos el chivo expiatorio de todos los males del mundo. Y si te metes en las religiones, pecadores impenitentes. Vamos, el a b c de la esclavitud. Y aún votamos para cambiar de colores simplemente a quienes nos mandan, que olvidaron lo que es ser del pueblo. Y se comportan todos, sin distinción de banderas, igual. Como dioses. De esos con los que hay que atreverse a luchar. Porque no avanzaremos ni un paso mientras los que se creen de clase superior, no laven sus corazones y piensen en el bien común.
Porque con ellos al mando, no vamos a ninguna parte. ¿De qué? Y si no mirad el mundo y contad cuántas guerras habitan en toda la Tierra y en nuestras almas. Y veréis que largo es el camino. Y lo poco dispuestos que estamos a tirar del carro.
Y así os lo cuento.
A nada de comprar tres cebollas ecológicas, para mejorar este mundo que es una cloaca. Bueno, ya sé que, con eso, tampoco voy a ninguna parte.
©ManuelAcostaMás