ANÓNIMOS (CUENTOS)

Anónimos
Se fue Alicia Alén y llegó Denisse. Sin apellido que me ha dicho que lo oculte. Como Emilia una chica encantadora que no quiere ningún protagonismo. Y es que ellas, como Pacho, o Rafa, o Sara, o Marijose, o Andrea, o Pepe o Celestino, son vecinos.  Un epígrafe que nos iguala a todos. Como el de navarros, españoles o europeos. Que no destacamos por nada más que por como tratamos a nuestros vecinos de puerta, barrio, ciudad. O trabajo, voy a atreverme a decir. Lo que demuestra que nuestro corazón está al servicio de… no me atrevo a teorizar. Sigo yendo al mercado y saludo y hablo con todos los que compramos en el mismo sitio. Sea cafetería, tienda del pan, o del periódico y fotocopias. Por no decir taller, banco, o centro de salud. Lugares a los que hay que ir.
Y en todos hay gente. Y gente que acabas conociendo, porque el roce tiene un poder incontestable. Y ya no son gente, son Denisse, Marijose, Sara, Andrea, Rubén, Rosa, Pilar, Francis, Jesús y algunos y algunas más, como Carolina, que entran a formar parte de tu pequeña familia del día a día. Y en ese día a día María me recuerda que no hacen falta apellidos para saber quién te quiere y te aprecia y te cuida. Con un, buenos días, con una sonrisa, con una conversación intrascendente sobre lo bien o mal que hemos dormido, o trascendente contándote las hondas preocupaciones que desbaratan los sueños.
Porque no podremos hacer nada, pero vi en tu mirada que podía confiar y te cuento.  Que padre murió. Que madre tiene cáncer.  O que mi chiquillo ganó el partido de fútbol y mi hija baila como las mariposas.
Conscientes de que contar libera. Por mucho que la raíz del problema requiera de otros esfuerzos para arrancar. Pero ese tiempo de contar sin extendernos, va más allá.  Nos lleva a comprender que esos que un día fueron anónimos, ya no lo son y son parte de nuestro mundo interior. El mismo que me recuerda que a ti, te quiero, porque un día, no hace mucho, o lejano, asaltaste el silencio y te escuché y me escuchaste. Y te vi y me viste. Un encuentro genuino y singular donde se dibujó un futuro.  Y ese dibujo me permite decirte que te sigo hablando. Sol, silencioso, de mi mundo.
Y así os lo dejo ahí para que penséis que bonito es entenderse para seguir andando juntos…
©ManuelAcostaMás

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Compartir:

Lo ultimo del blog

PALPITACIONES (CUENTOS)

Palpitaciones (Cuentos) ¿Es posible no sentirlas cuando pienso en ti? No, esa es la verdad de mi alma que te sueña a todas horas, día y noche. Y aunque trato

«DIÁLOGO CON LA MADRUGADA»

«Diálogo con la madrugada…» Siempre supe que tu luz conmigo se enfría. Siempre navegué a tu alrededor dulce como nací. Nunca hallé el camino a tu corazón para conseguir tu

APUNTES…

Apuntes Estuve en el Nilo Regalar sol Curar la ceguera Subí el Toubkal Emilia Pardo Bazán versus Benito Pérez Galdós Vaso roto está lleno de significado La política murió Desobediencia

Enviame un mensaje

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google. Política de privacidad y Términos de servicios.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad