AQUEL AÑO QUE FUIMOS A VALDEPEÑAS

Aquel año que fuimos a Valdepeñas
Arranca el verano y lo recuerdo. Especialmente el teatro de corral de la plaza Mayor de Almagro, al que fuimos muy aventureros.
Como toda la aventura en esa tierra de buen vino.
Y lo recuerdo por el calor.
Salvo el frío que pasamos en el autobús de ida, que tenía roto el aire acondicionado y no se podía apagar, según dijo el chófer. Pero fue un bonito ir a lo desconocido, buscando hacernos mayores.
Regresamos a Pamplona y algunas son lo que quisieron ser, y algunos de nosotros somos lo que nos dejaron ser. Y eso es la realidad de quienes queríamos ser… Bueno cada uno sabe sus sueños. Los míos han atravesado siempre tormentas y ciclones y enderezar el rumbo de la nave siempre ha sido difícil. Y además mi nave sufrió desperfectos y tuvo que ser reparada. Y este escrito coincide con su vuelta a la mar.
De cómo serán estos años postreros hasta la jubilación, nada pone en el oráculo. O no sé leerlo. Y afrontare el futuro expectante. Sabiendo que nunca bailaré el lago de los cisnes, ni que perturbadoras las diosas que siempre me hicieron temblar, serán mías. Por un decir. Pero seguro de conquistar la felicidad. Porque esta, me conoció de niño. Y pese a los vaivenes, y las mal dadas cartas que me ha tocado jugar, siempre vino conmigo.
Valdepeñas queda a tres kilómetros de todo. Pero lo recuerdo. Nos reunió. Y hoy en día, reunirnos es una historia que aguarda.
Buen verano, compis, ya todos de vacaciones. Aunque para mí las vacaciones siempre fueron variaciones de hacer algo, como siempre. Y en ese hacer algo, sin ser parco porque no conduce a nada, un beso a todos. Un beso, fijaos. Abierto a lo que sea, como una bonita historia del verano…
©ManuelAcostaMás

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Compartir:

Lo ultimo del blog

Magnolia Grandiflora (Cuentos)

Magnolia Grandiflora Aquella mañana de junio, un día antes del cumpleaños de su tío Emilio, que nació un trece de junio, salió Manuel a pasear pensando en las estrellas. Claro

Enviame un mensaje

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google. Política de privacidad y Términos de servicios.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad