En este mundo dónde a nadie se le cae la cara de vergüenza. Dices: eres mi tipo. Y te crucifican.
Porque seguimos inmersos en aparentar. La mejor manera de que haya sablazos y rapiñas. Y decir una tontería está mal visto. Pero hacemos oídos sordos a ese mundo que escapa de las guerras. Y vacíos de comprensión, si no se ahogan en el mar, o se mueren bombardeados, o por enfermedad, o hambre, los metemos en campos de refugiados y a mirar para la tele, que nos cuenta lo mal o bien que va todo. Y fíjate que la niña de cristal se quedó embarazada. Cállate que él era un don Juan y con sombrero y abrigo ha dicho que el padre no es él. Uh, que sinvergüenzas. Claro, al hilo de todos los demás.
Que van a misa (o al aquelarre) y luego prevarican.
©ManuelAcostaMás

Una gran ovación, dos orejas y el rabo. (Escrito para los diarios, publicado por diario de noticias. Gracias)
Una gran ovación, dos orejas y el rabo. Parece que hay que hablar de las tardes de sol y los toreros, que la fiesta está marcada por un cartel fantástico