La higuera que me dio el amor
Se llamaba Suki
Y era la mujer que estaba esperando. Respuesta a todas las preguntas del hombre. Bella, de un absoluto que difícilmente la belleza pueda ser más perfecta. Y su alma, espiritual. Tanto como para conmoverse ante su presencia. De mente despierta, era estudiada en las monjas, una tradición familiar. Y se graduó en periodismo, aunque su padre quería medicina. La conocí un día de paseo y me enamoró. Estaba bajo una higuera leyendo y nos miramos. Y no hizo falta que mediara ninguna palabra. El flechazo fue instantáneo (se dice así)
Y ahora Suki sostiene todo mi mundo. Y ya me puedo morir que Suki será siempre de mí, la mejor parte. Y así os lo he contado. Un cuento clásico. La higuera que me dio el amor.
©ManuelAcostaMás