ME DESPIERTO MA LAS TRES Y HAY TANTA CLARIDAD QUE MIS PASOS, VAN SOLOS (CUENTOS)

Me despierto a las tres y hay tanta claridad que mis pasos, van solos.
Con eso de cuidarse, acaba uno descuidando la luna, que sale para enamorarnos. Y veo, veo, que no la veo.
Y los demás, tan posesivos y exigentes, incluso alguno interesante, se quedan en el muelle, esperando el barco de tu corazón. Porque no estás dispuesto a navegar más desnudando el alma. Que la desgarras cada vez que dices «te quiero» Y el silencio es tu eco. Más que palabras.
Porque la ternura al parecer no cuenta. Y si cuenta es para que te digan loco. Hecho un rápido psicoanálisis por tus cercanos, entre los que hay verdaderos amigos y familia. Pues en mi voz no hay más que verdad. Y sin sentir ninguna culpa digo lo que siento.  Para hombres y mujeres. Y el público selecto de otros seres con corazón.  Llámese Blue, mi gata. U otras alhajas tituladas «no sé lo que soy» o si lo saben, pero lo sencillo es un monstruo compuesto de ti, leído, culto y abierto y que en mis tinieblas sólo veo en dos dimensiones.  Y en esas siempre me importó treinta y tres lo que seas, siempre que seas buena. Persona, animal o muerto.
Y esto son los vértigos de las tres de la mañana, cuando dormir es una fantasía.
Me dice San Pedro, escucha, no lo oigo. No sé lo que dice y por eso, ojeo las letras de otro Sampedro, de nombre José Luis. Que dice que, con encontrarse con uno mismo (como comenta otro interesante autor de apellido D’Ors) es muy de sueños y salud. Y terminar contigo, juntos, de la mano, para ser uno: Eternidad.
Y lo creáis o no.
En cada uno de vosotros busco un sorbo de vuestros encantos para seguir escribiendo, no que se me ha caído un diente, sino que siento pasión por ti.
Mi lágrima, mi cielo, mi sol.
En cuanto contribuyes a que, con vuestra luz, me adentre en la oscuridad.  Sabiendo que cuando salga, todos como perros, moveremos la cola. Y si alguien no. Es que de esta historia se bajó.  Y le deseo una buena singladura con otro alguien que le diga como yo, lo bonita que me resulta.
Porque viviremos mil años, e incluso más.  Y nunca olvidaremos aquello que nos unió. Y preguntaremos por los hijos pequeños. Luego apagaremos la luz y nos iremos todos. Y ojalá sea de la mano.
Y así os lo he contado.
Porque ¿Qué huele tan bien?
Tú.
©ManuelAcostaMás

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Compartir:

Lo ultimo del blog

HABITAME

Habítame  Como la lluvia, como la luz, como quieras. En este instante. Soy la misma sed de ti de siempre. Y seré una gran compañía si corres hacia mí. Mi

PARA… EL QUE LO QUIERA LEER

Al hilo de, «lo que no se riega, mayo lo seca» voy a decir que las macetas de mi ventana, desde el cambio climático, las tengo que regar desde finales

MICROCRISTALES

Microcristales Leí que hay que tener cuidado y no ir descalzo Y si optas por olvidar los carteles de peligro, tendrás que asumir las consecuencias. Peligro: Aludes. Y cuántos han

Enviame un mensaje

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google. Política de privacidad y Términos de servicios.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad