Mujeres, un imán fundamental para la vida.
Y dime que quieres pasar conmigo una noche en Roma.
Pues solo queda imaginar.
¿Volveré a ser ese niño alegre y confiado que miraba el mundo como si fuese suyo desde su corta edad de tres años?
No, aquello acabó. El mundo terrible se llevó la inocencia. Y la alegría se perdió entre fantasmas y diablos, compañeros solo nuestros, que tenemos todos desde el parvulario.
Y ven, vamos a viajar a la noche de San Juan, mágica, del veintitrés de junio. Y oigamos a Bach.
Tocata y fuga. Y me derretiré junto a ti.
Porque no seré aquel, pero soy este, el que te idolatra. Y ve en ti la música de su vida. Porque para ti y para mí solo veo una palabra sagrada: Juntos.
Y esa verdad me acompaña desde que nací para conocerte a ti…
©ManuelAcostaMás