Palmeras, buganvillas y chumberas, vamos, vacaciones
La mayoría de nosotros nos entregamos tanto a las vacaciones que acabamos agotados. Y viaje usted a Palma de Mallorca, que ese jardín de belleza que es la isla se reirá de usted en las carreteras que tiene para recorrerla. Porque son tantos los lugares para visitar que, con una semana no es bastante. Y no lo digo como reproche, en plan ¡Qué pocas vacaciones! No. Lo digo como observación de viaje. Vamos, que para ir de vacaciones al menos hay que ir quince días, si no un mes. Y así lo pienso. Mirando amanecer hoy, una hora más tarde de lo que el sol acostumbra a salir invariable, porque ayer fue tal paliza visitar la capital que hoy todos los integrantes de mi familia están rendidos. Pero bueno, esto también entra en los planes. Porque uno se deja la vida trabajando y de vez en cuando es bueno morir de gusto viendo cómo sale y se mete el sol en el mar. Y sentir el ritmo del viento que crea las playas. Que estas cosas solo las ven todos los días unos pocos privilegiados. Y en vacaciones, somos nosotros esa parte afortunada que se puede permitir el lujo de irse de vacaciones. Otros, esperan eternamente. Y así sonríe este mundo injusto.
©ManuelAcostaMás