Perro callejero como mínimo, lobo como máximo
La vida y sus dicotomías siempre se va de extremo a extremo, cuando lo suyo es transitar por toda la gama de grises. Sin gritos ni aspavientos, mesuradamente. Al ritmo de aquellas cosas que nos afectan. Y hoy tocará lobo, y mañana perro callejero, pero los demás días serás esa mejor versión de ti que se mueve amable entre la primavera. Porque otra cosa no, pero somos esa experiencia única con que vamos de puerto a puerto saludando. Y cómo te presentas es tu tarjeta de visita. ¿Y cómo te presentas? ¿Gruñón e irascible? o ¿tierno y apacible? ¿Bruja? o ¿sereno ser de luz? Majo o insoportable. Fuera del espectro normal o dentro. ¿Cómo una brocha de dar colores, o cómo la lejía que los borra todos? Tú eliges, gata de ojos verdes, gato de ojos azules. Tú, eliges.
Lo mismo que una buena sombra, la poesía, o ser los acordes de la felicidad.
Y así os lo comento. A ti, con cariño, en un susurró denso que dice tu nombre…
©ManuelAcostaMás