Sanchismo
Dícese del miedo al cambio. Y es que hay tan poco empaque frente a él, que a no ser que mate a alguien, o le pillen en la cama con otra, o con la mano metida en la hucha de las pensiones, este señor que no pierde la sonrisa, no se ha de ir en la vida. Porque quien de servilleta llega a mantel, ni Dios puede con él, que decíamos de niños. Y muchos dirán que con su cara de bueno y su planta de adonis no hay mejor representante del hombre, vamos que incluso más perfecto que el de Vitruvio. Y a una obra de arte, decidme quien es el guapo que lo baja de la peana. Y así de colocadito en lo más alto, hace lo que quiere, aunque no guste ni mucho, ni poco. Porque dirá negro, y será blanco, pero allí salen sus defensores y defensoras, los que siempre están disponibles, y con sus boquitas sin descanso dirán ¡Qué guapo es Pedro! Y así nadie abre la lata del «vete ya». Porque caerán los casos de corrupción y acosos varios, pero allí en esa casa de «la Rosa» nadie sabe nada. Y aquellos que señaláis, no los conoce nadie. Porque como digas otra cosa te metes en un lío. Perdón, no. Que hay expertos en decir que era mi amigo y me ha roto el corazón. Y claro así ¿Quién es el guapo que desconfía de la amiga, una bella mujer que pactó con los demonios un reino para el nacionalismo? ¡¡¡Uy!!! Lo que digo, complicando mi vida de viejo sin filtro. Pues perdonen ustedes. Que San Fermín tiene mi respeto. Y mucha otra gente también. Lo que pasa es que vivimos en un mundo de leyes injustas y nadie sabe nada, y así nos crujen. Y por el bien de todos, que nadie se meta con Osasuna. Porque en política, pase lo que pase, todos salen reforzados. Esta es la fortaleza del flan. Sin duda. Porque habrá indicios de criminalidad, pero de ahí, a que alguien reconozca algo… Largo es el camino a la inocencia. Y la culpabilidad, siempre puede ser recurrida
©ManuelAcostaMás