Te vi, descubrí bajo tu mirada un alma, y sentí la necesidad de conocerte. Sin embargo, cuando uno dice esto. Hay quienes se encogen. Otros tiemblan. ¡Ay madre! ¡Qué dice este! Y los más marchan cerrado los brazos, sin más. Pero yo te vi, es cierto. Así que no seas cobarde. Y deja que tu sonrisa me roce.
Creo que es la cosa más fácil del mundo.
Y de lo qué será.
Tiempo habrá.
Pero yo te digo que en mi camino tienes la puerta abierta.
Convencido de que tú y yo, podemos ser nosotros.
Y en este punto lo dejo.
Ni pizca de ganas de dar pasos en falso. O sea, que el camino que hagamos, lo haremos juntos.
Y así te lo digo.
©ManuelAcostaMás