Valor y fuerza para confrontar tu destino
Tengo una amiga que llora, tiene una pérdida irreparable, y sonreír es difícil. Porque hay momentos en la vida en que el sonido de la pena tintinea, y sería temerario no escucharlo. ¿Que de cuánto tiempo hablamos? Ni poco, ni mucho, el necesario. Porque para volver a resplandecer, todos necesitamos un tiempo.
Triste, igual que un tiempo de lluvia.
Solo que en esas mañanas oscuras, con las nubes descargando, según mi humor, son románticas y bonitas. Claro, datos míos, que cada uno sabe lo empinado que es su camino, y ha de acompasar su respiración para no ahogarse. Y yo que, otra cosa no, pero sufrir un rato en la vida sí, me permito ver siempre el sol, aunque haya nubes. Y si las hay, las miro fijamente, pienso en el paraguas, sonrío y salgo a mojarme, porque la vida es una vez y el plazo expira pronto. Y decidí hace mucho tiempo afrontarlo todo, sonriendo. Que lloró, si. Razones, las mismas que usted…
©ManuelAcostaMás
Un comentario
Precioso