En cuanto se pasó la infancia, la voz nos fue cambiando y con ella el alma. Eso es vivir. Subir escalones hasta que ya no puedes más. Y un día cuando tus padres son muy mayores o ya han muerto, te das cuenta de que la vida prometía muchas maravillas y se han cumplido pocas. Pero yo, lejos de ponerme una pistola en la sien, sonrió. Porque a pesar de las mil batallas que han emblanquecido mi barba, sigo creyendo y amando la vida. Y a ti, que me lees, te conozca o no, porque eso es vivir, creer en el ser humano. Y a ti decirte que tu cercanía es mi alegría.
©ManuelAcostaMás
LO DIGO BIEN ALTO
De las 630 razones para vernos que se me ocurren, la mancha indeleble que dejasteis en mi alma, toda una balada, es la única que me hace decir: Quedemos y
Un comentario
La vida….