Al viento le digo…
Fundé mi orden de «soy así» en 1967, con agua bendita. Entonces todo mi mundo entróse a aprender. Y de palos infernales, al mejor viento, he ido aprendiendo a navegar. Y juego al ajedrez. Y si ustedes me lo permiten, bien. Porque domino el arte de hacer quiebros ante la adversidad. Y va abril anunciando su voluntad de entrar. Y yo le digo: Ven y funciona como ese milagro que despierta la vida y hace olvidar los hielos. De esos corazones tristes que nos miran con recelo. Y desde luego, del pasado invierno.
©ManuelAcostaMás
2 respuestas
me encanta
Muy bueno